Trapecio
20 marzo, 2011 Deja un comentario
Título original: Trapeze / Año: 1956 / País: Estados Unidos / Duración: 101 min / Director: Carol Reed / Guión: Liam O ‘Brien y James R. Webb sobre la novela de Max Catto / Fotografía: Robert Krasker/ Música: Malcolm Arnold / Reparto: Burt Lancaster, Tony Curtis, Gina Lollobrigida, Katy Jurado, Thomas Gomez…/ Sinopsis: Mike Ribble ha sido uno de los pocos trapecistas que ha conseguido hacer el triple salto mortal, pero tras un accidente realizándolo termina trabajando como tramoyista en el circo. Allí lo busca Tino, el hijo del gran Orsini, que quiere que le enseñe a ejecutar el triple salto. Entre el dúo se interpone Lola, cuyo afán, gracias a su belleza, es triunfar en el circo.
Atención: Este análisis contiene spoilers
Ambición, amor, entrega, sacrificio o lealtad son conceptos universales que se dan en las relaciones entre las personas prácticamente en cualquier contexto. Incluso, y con más intensidad, en el mundo del circo. Esto es lo que se nos muestra en la película Trapecio. Aunque aún era reciente el éxito de crítica y público de El mayor espectáculo del mundo (Cecil B. De Mille, 1952), el director Carol Reed, que por aquella época ya era un director consolidado gracias a El tercer hombre (1949), decidió adaptar a la gran pantalla una novela del escritor Max Catto.
La producción cobró importancia gracias a la llegada de Burt Lancaster, para cuyo papel no tuvo que hacer muchos esfuerzos puesto que, antes de ser actor, había trabajado en el circo, de ahí el imponente físico que luce en un buen número de sus películas en los años 40 y 50, Trapecio entre ellas. Al reparto se unió un joven Tony Curtis, quien comenzaría con Trapecio una carrera con títulos relevantes como Chantaje en Broadway (Alexander Mackendrick, 1957) de nuevo formando pareja artística con Lancaster, Los Vikingos (Richard Fleischer, 1958) junto a su entonces esposa Janet Leigh y Kirk Douglas, con quien volvería a coincidir en Espartaco (Stanley Kubrick, 1960), o Con Faldas y a lo loco (Billy Wilder, 1959) al lado de Jack Lemmon y Marilyn Monroe.
El peso femenino y exótico del reparto lo aportaron la actriz italiana Gina Lollobrigida, la cual ya era famosa por su intervención en Pan, amor y fantasía (Luigi Comencini, 1953) y su primera incursión en Hollywood, La burla del diablo (John Huston, 1953) con Humphrey Bogart. Por último, en un papel menor pero importante, aparece la actriz mejicana Katy Jurado, que había participado en Solo ante el peligro (Fred Zinnemann, 1952) al lado de Gary Cooper y Grace Kelly
La película narra una historia donde el terreno profesional se mezcla con los temas personales de una manera determinante. Tino Orsini (Tony Curtis) es un joven con ganas de triunfar en el circo y para eso viaja hasta París para conocer Mark Ribble, el ultimo trapecista que ha sido capaz de realizar el triple salto mortal y que se quedó cojo al hacerlo en una actuación. Un tramo de la película muestra las maneras que Tino tiene de demostrar ante Ribble que vale para ese oficio, de hecho es hijo de un referente en el mundo del espectáculo. Los intentos incluyen piruetas en el circo y en plena calle ya que lo que él quiere es impresionar a Ribble para que lo tome bajo su tutela y le enseñe lo que él sabe.
Otro tipo de ambición es el que representa el personaje de Lola (Gina Lollobrigida), quien no duda en dejar a sus compañeros para formar trío artístico con Tino y Mark. Es en ese momento cuando la trama se complica porque se da a entender que en una relación de dos personas una tercera puede turbar la unión, en este caso totalmente profesional,entre ambos trapecistas, ya que en el número que realizan uno se encarga de agarrar al que da las piruetas en el aire. El intento de Lola de seducir primero a Mark y luego a Tino con el fin de entrar en el número del trapecio es visto como un peligro por Mark y la primera actuación de los tres juntos está llena de tensión y recelo, haciendo creer al espectador que Mark no agarrará a Lola durante el número, pero esto no sucede. Lo que sí llama la atención es el número en solitario que Lola realiza cuando ya la actuación de los tres ha finalizado, en un ejemplo claro de su deseo de destacar.
La trama se complicará cuando Lola, que mantiene una relación con Tino, inicie otra con Mark. El momento crítico es cuando Tino lo descubre todo y pega a Mark airadamente, poniendo en peligro las actuaciones en el circo, porque Tino se niega a actuar con Mark. Pero éste consigue colocarse en su puesto y consigue que Tino realice el triple salto mortal sin red debajo, lo que añade emoción al momento. Pero este éxito es el fin de la relación entre los tres y Mark se marcha desolado solamente consolado por Rosa (Katy Jurado).
La película tiene sus mejores momentos en las actuaciones de los trapecistas, para las que Lancaster se negó a que un especialista realizara su parte, y están filmadas magníficamente con una sucesión de planos en los lugares idóneos de la pista de circo para apreciar los saltos y las acrobacias en el aire, acompañados por la hermosa música de “El Danubio azul” de Strauss. En definitiva, una película para gozar visualmente, gracias también a la fotografía de Robert Krasker y a tres actores en estado de gracia, aunque sus personajes no caigan bien por igual, debido a sus actos. El filme fue apreciado por el público y la crítica como demostró el Premio del Público y el Oso de Plata concedido a Burt Lancaster en el Festival de Berlín por su lograda actuación.
NOTA: